lunes, 19 de mayo de 2008

La Pelota En Juego

No cabe duda que para conseguir lo que se quiere hay que luchar hasta el final. Lo recuerdo perfectamente, era viernes 4 de enero del año 2008, Ese día mañanero, (8 en punto llegue a la clínica) está paralizado en mi memoria como uno de los más frescos acontecimientos en mis cortos 22 años, (comunicadora en proceso y deportista de corazón y vocación). Había llegado en ayunas (tal como me lo dijo el médico días antes), acompañada de mi señora madre, hablé con la encargada de recepción y le explique el proceso, me dijo:
-toma asiento espera a la enfermera que te va llevar a tu habitación.
Con el rostro dubitativo y algo temerosa me senté en la pequeña salita del costado, y junto con mi madre esperamos unos 15 minutos, la espera se hacía larga y mientras tanto escuchaba las conversaciones de otros pacientes que hablaban entre ellos esperando ser llamados también. Los minutos seguían pasando y la enfermera parecía habérsela tragado la tierra, la espera me desesperaba y la paciencia me impacientaba. (En ese instante mi cabeza se llenaba de preguntas sin respuesta del porque estaba en ese lugar, porque me había tocado aguantar el penoso sufrimiento de una lesión y porque tenía que soportar esta cruz, aun no concebía la idea de tener que acabar ese tormentoso momento con una aburrida y evitable operación).Al fin llegó la susodicha, con un gesto, mi viejita me avisaba que venían por mí.
¿Usted es la que se va operar?replicó con entusiasmo.
Si contestamos al unísono (mi madre y yo)
-por acá porfavor, ¿puedes caminar?preguntó otra vez.

Si le respondí, y subimos por las escaleras.
Llegamos hasta el segundo piso, y en la habitación 206 de la clínica Vesalio quede instalada, después de eso no volví a ver más a esa enfermera, habían dos camas, un televisor, un armario, un lavadero frente a las camas y un baño a la entrada, me preguntaba el porqué de dos camas, quizá otro paciente llegaría a hacerme compañía, quizá era la cama de invitado o simplemente estaba porque no había donde más ponerla, igual nunca nadie llego a acostarse ahí. Sobre ella había una bata (típicas de enfermos), no me sentía tan mal como para ponerme una cosa como esa (no me iban a operar del corazón), pero por orden de las enfermeras tenía que hacerlo, mi mama decía que me la ponga pero no quería porque creía que eso era solo para los verdaderos pacientes en mal estado y sinceramente no me sentía como uno de ellos, al final me la puse, me acosté y encendí el televisor para entretenerme un rato, asi pasamos toda la mañana mientras cada cierto tiempo venían a visitarme los expertos encargados de mi cuidado, todos muy amables preguntaban qué había pasado porque estaba allí, a cada uno tenía que responderle lo mismo.

Había sufrido una lesión condromalacica de segundo grado en la rodilla izquierda (no era un nombre tan fácil de repetir como para decirlo a cada momento), y eso ¿porque? se preguntaban ellos, ¿te caíste?, te golpeaste?

Algo así, simplemente tuve una mala caída cuando practicaba el deporte más apasionante del mundo, (y el que más me apasiona) el futbol. (allá por el año 2003).

Cinco años tuve que esperar para poder hacerme ver esta lesión que al principio no era molestosa pero que con el paso de los años fue incrementando su dolor para luego tener que parar si o si.

Cada uno de ellos me examinaba desde la presión hasta llegar a un electrocardiograma.

Pregunté a una de las enfermeras ¿tanto para una operación a la rodilla? ella respondió como toda una perita en la materia:
-siiiiiii, asi es hay que examinar todo.

Bueno, le respondí.

-No te preocupes todo va salir bien, replicó.
Mientras ocurría todo eso daban las 11 de la mañana y mi estómago pedía alimento para tratar de calmar la sensación de hambre, pero sabía que no podía probar bocado alguno porque podría traer consecuencias inesperadas, ni modo tenía que aguantar.

12:00 Del día y no venían por mí para llevarme a sala de operaciones, seguía entretenida en la televisión, mi mama siempre a mi lado también se preguntaba lo mismo, a qué hora vendría el médico que me operaría (el jamás apareció, solo hasta un momento antes de la operación) saludó, pidió mis papeles respectivos y le dije que los tenía la señorita de recepción en emergencias, se fue a preparar todo y no lo vi mas hasta la intervención.

1pm otra vez la espera me desesperaba y la paciencia me impacientaba, seguía preguntándome lo mismo, ni modo tenía que seguir esperando.

2:00 pm mi madre ya quería abandonarme (a mi suerte), tenía que regresar a casa a ver los pendientes, antes de eso mi padre timbra al celular de ella:
-no todavía no vienen por ella, le contesta, supongo que habrá preguntado si ya estoy en sala...
Terminan de hablar y pregunto de nuevo donde se habrán metido los médicos.la impaciencia estaba carcomiendo mis sentidos.

3:00 pm mi estomago pedía a gritos algo de comer, mi mama decía que no y que no, seguía mirando la tv.

3:45 pm intempestivamente irrumpen en mi dormitorio dos enfermeras con una camilla, de inmediato me trasladaron ahí, el corazón me latía a mil, estaba tranquila, aparentemente, por mi mente pasaban cosas, pensamientos de agradecimiento, mi mama me miraba, me acompañó hasta el final del pasillo, luego de traspasar las puertas (eran puertas dobles) se quedo afuera y ya no la vi mas.

Una vez dentro todo era muy rápido los enfermeros hablaban entre ellos, había mucha congestión, pero siempre estaban apoyándome y buscándome una sonrisa.

llego la hora me pasaron a la camilla donde me iban a intervenir ,me colocaron una bata encima, me extendieron los brazos para sujetarlos con unas tablillas, me colocaron agujas en ambos lados y cubrieron mi visión con un aparato que lo cubrieron con la tela verde (típica de hospital), antes de eso llego el anestesiólogo que me inyecto en la columna una anestesia local, de pronto me sentía cansada, mis piernas iban desvaneciéndose poco a poco y mis ojos se dormían sin querer, era el efecto del sedante.

4:00 pm empezaron a "lavarme" la pierna, no sentía nada solo que me enjabonaban o me frotaban con fuerza, las encargadas de mi cuidado me decían que no hable porque podía producirme gases (a los doctores no les iba hacer mucha gracia, y para ser sincera a mi tampoco).

4:15 pm esta vez llego el médico que me había estado viendo (ese que me iba a operar), saludo y jugo unas bromas conmigo con respecto a mis grandes piernas y les conto a todos en la sala que practicaba el futbol, algunos sonrieron asombrados (como si fuera novedad que una mujer practique deportes que supuestamente solo son para hombres), error, para mí el deporte es universal, pero ese es otro tema.

4:20 pm los médicos empezaron con su labor, no podía ver nada quería levantarme para saber que me hacían, no estaba dormida solo adormecida, por momentos cerraba los ojos para que el tiempo pasara más rápido, escuchaba los murmullos de ambos, hablaban de otros temas, al final casi escuche que uno le decía al otro:
-no tiene nada, no le encuentro otra cosa (lo recuerdo perfectamente), ¿será el peso? se preguntaba el mismo, después de unos minutos se acerca el doctor y me dice:
-te hemos sacado una aplica (antes había escuchado esa palabra), es algo asi como una membrana que se forma por un golpe provocándote molestia y dolor en la rodilla- me explicaba-has tenido suerte-me dijo- felizmente no ha comprometido meniscos y ligamentos.

En ese momento sentí alivio, alegría y satisfacción todos esos sentimientos juntos que jamás había sentido solo cuando recibí un regalo por navidad o cuando mi mama me compro un balón a los 15 años.

4:55 pm de la tarde salí de sala de operaciones y de inmediato me llevaron a sala de reanimación, tenía que esperar a que pase el efecto de la anestesia, estaba ansiosa por mover las piernas, quería salir de ahí y trasladarme a mi habitación, pero eso sería posible si podía al menos mover con normalidad la pierna que no había sido operada, después de una hora logre moverla.

6:00 pm iba camino a mi habitación otra vez irrumpen el dormitorio y dentro de el encuentro a mis padres acompañados de una amiga de la familia, los tres miraban con cara de satisfacción y entusiasmo, me cambiaron a mi cama con mucha precaución y las encargadas de mi cuidado ( enfermeras suena a enfermo) me advirtieron que si necesitaba algo no dudara en llamarlas con ese pequeño aparatito intercomunicador y que no hiciera esfuerzo al hablar porque podía causarme malestar, me sentía emocionada mis viejos al unísono querían saber los pormenores de la intervención, pero no podía comentarles mucho, ya me habían dado la advertencia de no hablar, y solo respondía con frases cortas, recostada en mi cama atinaba a cambiar de canal, quería ver futbol y mi mama novelas, rayos tenía que complacerla ( me había acompañado casi todo el día) pero ella sabía que eso no me distraía asi que por ese momento no le importo mucho la bendita telenovela, esperaba la llamada de alguno de mis amigos, el celular jamás sonó, solo una vez antes de mi intervención, era Liz que se había preocupado aunque sea un instante por mí.

8:00 pm mis visitantes hacían hora, mi mama y su amiga veían los polos que llevarían de viaje para la misa de mi abuela que ya se acercaba, le pregunte a mi mama si había hecho un polo para mí:
-no, me respondió, cada uno de tus tíos va pagar su polo, (eso quería decir mandate a hacer el tuyo).

Pero algo me decía que de todas maneras tendría uno propio, le dije que me mostrara uno para ver el diseño, mire la foto y las lagrimas brotaron de mis ojos como cual bomba lacrimógena hubiera sentido, me había tocado, la foto era muy linda y no pude contenerme, nadie me dijo nada, creo que no se dieron cuenta, solo llore en silencio y agradecí a mi Abu por haber hecho que todo saliera bien.

9:00 pm se hacía tarde y sabia que en cualquier momento me iba a quedar sola porque mis visitantes tendrían que irse, estaba empezando a sentir hambre de nuevo, es mas creo que nunca deje de sentirlo, mi viejo fue a comprarme una galleta, papel higiénico y jabones para mi aseo personal, obviamente nada de eso podía comer, más que la galleta pero estaba impedida de hacerlo hasta que lo autorizaran.

9:50 pm era una eminencia, mis visitantes tenían que irse a dormir y yo tenía que hacer lo mismo pero esta vez en una sola y fría camilla de clínica particular, la idea no me gustaba para nada, pero iba contra mi voluntad, ni modo nada podía hacer, mis viejos se despidieron de mi con la promesa que al día siguiente volverían temprano, me quede un poco triste, sin nadie a mi costado solo con la cama vacía del principio que a decir verdad me atemorizaba porque pensaba que alguien vendría en la madrugada a recostarse en ella( que miedo) y las encargadas de mi cuidado que me visitaban de vez en cuando para preguntar si necesitaba algo, solo una vez llame para que me acomodaran la posición reclinable en la que me encontraba( estaba empezando a sentir dolor en la columna).

10 :30 pm suena el celular, eran unos mensajes de texto de mi buen y gran amigo Diego que me alentaba a seguir adelante, recibí 5 mensajes, mientras tanto seguía entretenida en las películas de esa hora (solo quería que las horas pasen y amanezca para ver a mi mama)

11:00 pm una, dos, tres, cuatro de la madrugada y por fin pude cerrar los ojos, por fin pude “agarrar” sueño para dormir hasta tarde, pero no!
6:00 am del día siguiente y mis ganas de dormir se esfumaron en menos de dos horas porque sencillamente las enfermeras (ahora si con todas sus letras) entraron a mi habitación como ladrón en casa ajena, como mandadas a interrumpir mi preciado sueño, solo dormí dos horas!, y todo por qué? Porque a esa hora tocaba el aseo personal y no podía estar un día sin bañarme. Esa es otra historia, nunca me había bañado echada en mi cama, fue lo más desagradable y ruboroso que me ha tocado pasar, tener que miccionar en “chatas” (bacines especiales) era la locura total, realmente me sentía como una viejita a la que le hacen todo, (con el perdón de ellas), pero bueno era su chamba asi que tenía que aceptar, además tenía que estar presentable para la visita.
7:30 am llegó el desayuno, si no comía algo iba a caer desmayada.
8:00 am y nadie llegaba, la televisión ya me estaba aburriendo, quede dormida otra vez y los médicos que no paraban de entrar para saber sobre mi salud, parecía que no quisieran que durmiera, tenía que hablar con ellos para asi entretenerme un rato hasta que alguien se acordara (apiadara) de visitarme.
10:00 am volví a caer rendida del sueño.
11:30 am y mi madre hace su entrada triunfal, había estado esperándola como cual niña espera que la recojan después del nido, quería irme ya no quería la clínica, el médico me había dicho que podía retirarme pasando el medio día, me puse contenta.
12:00 am y el estomago ya había asimilado el pancito con mermelada y mantequilla y la leche del desayuno, rayos aun no nos íbamos y el almuerzo no llegaba.
1:00 pm mi mama fue a ver qué pasaba con esa comida, ya llega decían, mientras tanto moría de hambre.
1:30 de la tarde al fin llego la bandeja con la entrada y el plato de fondo, que rico! sopita, arroz con pollo al durazno y de beber infusión, por ese momento estaba sintiendo un dolor fuertísimo en la cabeza que no me dejaba comer tranquila, las sensaciones de vomito eran evidentes, las nauseas que me producía el pollo era peor aún, ya no quería comer eso, le había tomado asco a la comida y no por mí, sino por una cuestión de efecto post-operatorio, que terrible!, haber esperado tanto para comer algo y de pronto ya no lo quería, me había mareado y ninguna pastilla me calmaba, no podía estar tranquila solo quería irme.
2:15 pm llegaron mis muletas (la cabeza seguía doliéndome), me las había traído Pili, amiga de la familia y socia de mi mama, solo estábamos esperando a mi papa para que nos lleve con el carro que tenemos.
2:30 pm mi mama hace todos los papeleos y trae la cuenta: gastos no cubiertos, 5 nuevos soles, operación total: bastante dinero (el seguro se encargo de todo).
2:45 pm mi papa nos esperaba abajo, y en silla de ruedas baje hasta el primer piso, para luego ayudarme con las muletas, la cabeza me iba a explotar, ya no aguantaba más.
Subí al carro ayudada por los colaboradores de la clínica y apenas arranco el carro sentí desvanecer, mi cuerpo estaba sufriendo la reacción de la intervención quirúrgica, unas cuadras más adelante no aguante y vino lo que tenía que venir, el vomito, que horrible sensación, en ese momento me arrepentí de la operación, quería regresar todo como antes pero ya estaba hecho y no había marcha atrás.
Al llegar a casa sentí alivio, pero vaya sorpresa, tenía que subir 3 pisos para poder sentarme en el mueble donde descansar (el cuerpo no me daba y necesitaba con locura una soga que me subiera o a superman).
Subí arrastrándome por las escaleras, (me sentía un gusano), no me importó solo quería llegar al tercer piso y sentarme donde sea, logre hacerlo y nuevamente vomite, mi organismo no aguantaba nada era inerte a lo que olía o tomaba, el solo recuerdo alimenticio de la clínica me producía un asco tremendo, asi pace el día, entre vómitos, mareos y pestañeadas porque era imposible dormir con tan fuerte dolor de cabeza y columna.
4:50 pm mis amigas llegaron al fin a visitarme, sentí bastante alegría al saber que aun seguía siendo importante para ellas, estando en casa lo único que quería era descansar pero la visita tenía que ser atendida,(aunque a medias pero atendida al fin), de pronto un fuerte dolor invadió mi espalda, como si se produjera la guerra entre Irak y Estados Unidos, tan terrible sensación tuve que lo único que lo calmaría era mantenerme suspendida en el aire hasta que pace, el dolor era insoportable y mis amigas no atinaban a nada, no podía permanecer sentada ni parada, quería recostarme y el dolor se hacía más intenso, una locura total, en algunas provocó las risas, en otras el desconcierto y en las demás los nervios. Mis padres estaban entre calmados y atemorizados, fue mi mama que tuvo la genial idea de llamar al médico para que me recetara alguna pastilla que cesara mi infernal dolor, listo, el médico recetó y el efecto se sintió poco a poco hasta horas más tarde.
7:30 pm cenamos y las muchachas tuvieron que regresar a sus hogares, la visita había pasado por una anécdota muy particular, en fin, se fueron con la promesa de regresar o comunicarse, así lo hicieron, pero solo una tuvo la maravillosa y gentil idea de quedarse a acompañarme los días posteriores para mi recuperación, “rulitos” (así la llamo) se encargó de mi y puso toda su atención en el cuidado de mi aun maltrecha rodilla, gracias.
9:00 pm estaba muerta, ese día se había hecho el más largo de todos y mi cuerpo pedía la cama a gritos, me fui a dormir (a intentarlo).
11 am me levante muy tarde y mis dolores continuaban, que estresante, la misma rutina de siempre todos los días, fue una odisea lidiar con una pierna inmóvil, un verdadero desafío y un tormentoso acontecer que jamás olvidare.
Los días posteriores se convirtieron en monótonos, caminar en muletas, entrar y salir de mi cuarto y no poder moverme a ninguna parte más que a la sala era demasiado estresante me preguntaba cuando acabaría con todo eso, cuando por fin podría caminar sin la ayuda de nada ni de nadie, estaba aburrida, triste y abatida, pero no podía dejar que los malos sentimientos ganaran, tenía que ser fuerte, constante y no derrumbarme por una simple y sencilla operación, mis ganas tenían que ser más que cualquier monstruo que se presentara en el camino, tenía que enfrentar con valor y esfuerzo todos los retos que me había tocado vivir, no podía pestañear ni echarme para atrás, ya todo estaba consumado y lo único que faltaba era no abandonarme así no supiera lo que hacía, porque simplemente después no me lo iba a perdonar.
Sin duda los golpes me enseñaron, la vida del deportista es más riesgosa que cualquier operación, y si uno escoge serlo es porque te nace del alma y para mi buena fortuna naci con el don en los pies aunque en el camino haya encontrado adversidades que en cualquier momento vuelven a aparecer. No me podía dejar vencer por nada ni por nadie y ahora mi camino esta trazado y solo me queda recorrerlo como la pelota en juego y como los naipes sobre la mesa.

jueves, 8 de mayo de 2008

oriana fallaci

oriana fallaci no ha sido solo la peridista mas importante y genial del siglo xx, ha sido tambien la voz y la conciencia critica del siglo que hace un buen rato dejamos atras.

ha sido una de las mas destacadas y reconocidas periodistas, tenindo en su haber o en su cuaderno de notas, a los mas importantes personajes de la historia del pasado siglo.

ciudadano kane

la obra maestra de orsosn welles, es considerada como la mejor pelicula de todos los tiempos,por encima de "casa blanca" "el padrino", etc.

informo asi el instituto de cine americano, en la eleccion del concurso de peliculas cien años, cien peliculas.

jorge videla

el dictador argentino, jorge videla quedo detenido ayer por acusarsele de diversos casos de torturas, secuestros y desapariciones que llegan a ser un total de 900 casos en su gobiernos de facto, informo los tribunales.

videla, 82 años. cumple prision preventiva desde su domicilio a partir dela ño 1998,en su deparatamento d ela avenida cabildo en el barrio de belgrano, y ahora esta acusado de nuevos casos que implicarian delitos de lesa humanidad y estan denunciados en la denominada "megacausa primer cuerpo de ejercito".


la mañana de ayer a videla lo trasladaron desde su domicilio hasta el terecer piso del edificio de comodoro,donde el juez federal daniel rafecas tiene su despacho.


Videla debe responder sobre un total de 570 casos de secuestros, 270 tormentos y 29 homicidios.