A sus cortos 6 años descubrió un talento escondido (ese que todos tenemos y que a determinada edad nos damos cuenta que existe).
Ahora Carol Delgado con 18 años cumplidos nos cuenta como nació en ella la pasión por la pintura, no será una Picasso o una Frida Khalo pero lo que puedo asegurar es que es ella misma cuando trata de plasmar las acuarelas en un lienzo, reflejando formas, ideas y sentimientos que como ella explica lo hace para refugiarse de esa soledad, aquella que la invadía cada vez que tenia que mudarse de casa dejando a los amiguitos del colegio para empezar otro.
Fue precisamente en el colegio donde se dio cuenta que le gustaba el arte de pintar, Su refugio máximo fue la pintura. Pero también incursiono en la cerámica y el dibujo, poco a poco con el tiempo fue perfeccionando su arte y fue participe de múltiples concursos escolares, estando ya en la secundaria, pero mientras cursaba el 4to grado, sintió que era de alguna manera rechazada (no poder expresar lo que siente un artista es como no serlo, vendarle los ojos, cortarle las piernas o vendarle las manos). Por ese tiempo el colegio participo de un concurso, a ella le dijeron que tenia que crear la pintura pero fue el profesor quien el mismo hizo todo y le puso el nombre de ella para que así el colegio quedara en el 1er puesto, desmereciendo totalmente el talento innato de una muchacha que tenia todas las ganas de hacer sus trabajos por cuenta propia y demostrar que no lo hacia tan mal como para no poder quedar en un primer lugar.
Esa anécdota ha quedado en su mente y ella la recuerda con cierta cólera y desanimo.
Su vida de pintora la ha sabido complementar con al arte que lleva dentro, siempre tuvo el apoyo de sus padres sobre todo de su madre, que es la que mas tiempo compartió con ella, pero el padre también tuvo mucho que ver en esta decisión de querer refugiarse en la pintura, naturalmente porque fue la figura paterna que casi no compartió mucho con ella y esa soledad paternal la complemento muy bien con su pasión por el arte.
Ahora siendo una universitaria participa de muchos talleres en los cuales siente la misma emoción como la primera vez que empezó a pintar, sigue inspirándose en su soledad y sigue pintando como ella, como Carol Delgado Orbezo.
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