
Lamentablemente soy una desempleada mas en este país, pero no me quejo porque sigo buscando, en cambio lo que me quedaba por fortuna era mirarte a través de la pantalla, disfrutar con la familia o los amigos el placer de ver los jabs de derecha, un uno dos y el meneo suave con los brazos hacia arriba cubriéndote la cabeza, quería sentir la adrenalina correr por mis venas, enrojecer mas mi sangre e hinchar el pecho y sentirme más orgullosa de haber nacido en esta tierra milagrosa.
Pero no, esa fortuna de aunque sea verte por tele también me fue esquiva, lo único que quedo por hacer fue escuchar la pelea a través de un celular, si!! Un preciso celular diría más bien, mis amigos y yo nos habíamos reunido temprano para una pichanguita de fulbito sabatina que se había extendido porque unos intrépidos amigos en la tribuna comenzaron la antesala con un ron con coca cola y la seguimos hasta pasadas las 12 de la noche que fue cuando celebramos con más razón....
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