lunes, 23 de noviembre de 2009

ULTIMA CARTA... I

Hace unas semanas perdí un documento importante en el cual había trabajado durante casi tres meses, había escrito ciento sesenta y cinco poemas que hablaban de la fe y la esperanza que tiene el ser humano en la vida, el amor y el desamor, de las ganas de seguir adelante cuando por algún motivo, tu alma y tu libertad se quiebran, o simplemente cuando eres presa del abandono sentimental.

Si, ese documento tal vez sin importancia para algunos es muy importante para mí, pues refleja lo que siento y relejan las emociones atrapadas como en un globo aéreo, son libres pero presas a la vez.

Hice lo posible para recuperarlo, intente buscarlo en toda la PC, pero no tuve éxito, la esperanza que al principio tuve se estaba desvaneciendo por momentos, pero la fe estaba intacta, aun no lo encuentro y ojala que ese “aun” siga siendo aun.

Hace unos días o casi a la par del tiempo en que perdía mis poemas, iba perdiendo lo que pensé que había ganado, lo que pensé que estaba construyendo con buenos cimientos y buenas estructuras, se perdió entre el misterio y la nada. Pensé que había encontrado a la persona por la que tanto tiempo espere, creí haber puesto mi amor en tus ojos tiernos, en mi débil locura, creí haber imaginado que por fin alguien me quería tanto como yo suelo querer a alguien, creí sentirme plena en los brazos de un amor a medias, creí tanto desde un principio que no mire con otros ojos, si no más que con los ojos de la estúpida inocencia, creí en el sentimiento que nacía, y creí en todo lo que me decías, (es que siempre que encuentro a alguien siento que es la persona ideal y me envuelvo por completo) pero mis sentimientos y mis deseos también cometen errores.

Al principio tuve miedo, sentí temor de caer en manos del amor puro, tuve miedo de sumergirme por completo en una nueva aventura, tuve miedo de quererte tanto y que tu no me quisieras, tuve miedo de que me quisieras tanto y que yo no llegara a hacerlo, pero entre tanto temor paso lo primero (como siempre me suele pasar) termine por quererte y creer en tus palabras que no me di cuenta realmente si tú en verdad me querías (nuevamente fui presa de la inocencia y el desamor).

Mis amigos me decían que no me ilusione, que valla con calma, y creo que eso hice hasta las primeras semanas pero de nada sirvió, mi sentir y mis emociones pudieron mas y ese miedo del principio se diluyó y comencé a quererte, quizá me equivoque en algunas cosas, quizá esperabas mas de mi o que fuera diferente, pero también pienso que la primera vez que me viste, es decir cuando nos conocimos, solo fue una atracción y un capricho que te dio resultado, posteriormente te abrumaste con el cariño y la ternura, y no tuviste el valor de decirme las cosas si no hasta que yo me di cuenta, y optamos por dejarlo ahí, si, ahí donde duele, también tuviste miedo y lo sé, porque lo conversamos ¿te acuerdas? O al menos me lo hiciste saber, la diferencia es que aun sigues con el miedo porque te cuesta enfrentar una situación diferente con alguien diferente, puede sonar a que todos dicen lo mismo pero lo cierto es que no todos lo cumplen y en mi caso yo no estoy para engañar a nadie.

Esa playa que tenias dentro de ti ahora es un mar sin olas, es desierto. Esa quimera de la cual hablabas termino siendo tal por qué no enfrentaste los malditos temores.

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